La economía y las empresas operan en un
ambiente cada vez más dinámico y cambiante y eso tiene como consecuencia que
las personas cambian de empleador y de cargo con bastante más frecuencia que
anteriormente. Por ende se hace más importante desarrollar las
habilidades para enfrentar esas frecuentes variaciones. Los primeros 90
días en un nuevo trabajo pueden ser determinantes en la permanencia y la
progresión de la persona en una empresa. La importancia no necesariamente
está asociada al número exacto de días, pero si se conoce que es un período
crítico y que incluso existe literatura (como ejemplo el best-seller “The First
90 Days”, escrito por el Profesor Michael Watkins de MIT) y talleres que
se ofrecen para preparar a los líderes para ese período de tres meses.
Es importante planificar para el nuevo rol,
pensar en los posibles cambios y hacerlo mucho antes de llegar a desempeñar el
cargo, ya que comenzar bien es determinante. Una vez que ya se está
desempeñando el cargo se trata de seleccionar la mejor estrategia entre las
opciones existentes,(1) observar y aprender y donde aplique (2)buscar el máximo
cambio en menor tiempo. Esos 90 días son la luna de miel y sabemos que
esa siempre tiene su límite!
En el artículo se cubren los siguientes temas
(a) Proveniencia del candidato (externo vs. interno), (b) Como aprovechar el
proceso de selección, (c) Como enfocar los primeros 90 días, (d) Una luna de
miel que cuente, (e) Comenzar bien y cómo producir
una gran primera impresión, (f) La curva del aprendizaje y (g) Algunos errores que se deben evitar.
Proveniencia del candidato
Para el desempeño de un nuevo trabajo la
proveniencia de la persona puede ser externa a la organización o la selección y
nombramiento puede corresponder a un candidato interno.
Independientemente del origen del candidato hay elementos comunes para ambas
situaciones:
- ü La persona que desempeñará un nuevo trabajo debe conocer el cargo, las expectativas asociadas al mismo y sus nuevas responsabilidades.
- ü Esa persona debe planificar y prepararse para su entrada al nuevo cargo.
- ü Si el nuevo cargo es uno de liderazgo de un equipo de trabajo su preparación debe considerar también a su equipo de trabajo.
- ü En cualquier caso, hay un período de adaptación al cargo tanto para la persona que entra a desempeñarlo como de aquellos con los cuales deberá trabajar.
El candidato de proveniencia externa
necesita adicionalmente adquirir conocimiento previo sobre la empresa y
las personalidades con las que cuales debe tratar. El candidato interno
tiene la ventaja de conocer la organización y eso significa que debe estar en
una posición de comenzar a generar impacto efectivo aún más temprano. El
aspecto más difícil para el candidato interno es el de trabajar con pares y
colegas que estarán viendo a la persona en un rol nuevo y posiblemente
más elevado, en lugar del rol previo. Desde el día uno, la antigua
relación con ellos ya no existe, a pesar que uno trate de convencerse que no
será así.
Como aprovechar el proceso de selección
Si se trata de un candidato externo, es
importante adquirir previamente conocimiento sobre la organización y sus retos
durante el proceso de selección:
- · Esto implica que es necesario recopilar toda la información posible, por Internet, a través de publicaciones y usando la red de contactos.
- · Ayuda mucho hacer las preguntas correctas sobre la cultura de la empresa en la(s) entrevista(s).
- · Hay que determinar si el ambiente de trabajo es estructurado o se trata de una atmósfera más creativa y relajada. Entendiendo la cultura corporativa en el nuevo empleo y alimentándose de ella son clave para entender cómo y de qué manera se puede agregar más valor el nuevo empleo. Este conocimiento también puede ser un elemento en la decisión para no tomar el trabajo.
- · Hay que aprovechar el proceso de selección para poner a prueba ideas y soluciones potenciales. Esto implica preparación previa a la entrevista y el hacerlo no afectará negativamente las posibilidades del candidato de ser seleccionado.
- · Si se obtiene el cargo, sería conveniente, antes de comenzar a trabajar, conocer por lo menos algunas de las partes interesadas claves: clientes, proveedores, empleados, etc. De esta manera habrá una hipótesis más sólida para la agenda a desarrollar en la luna de miel.
- El candidato interno durante el proceso de selección debe aprovechar para conocer mejor el nuevo cargo, las expectativas que hay asociadas con el mismo y también con respecto su persona. El candidato interno también tiene que aprovechar este proceso para conocer las razones por las cuales fue pre-seleccionado y asimismo prepararse para lograr que lo comiencen a ver con ojos diferentes. Por supuesto, para el candidato interno también aplica la planificación para el cargo y el desarrollo de ideas y soluciones.
Como enfocar los primeros 90 días
Es determinante comenzar a planificar como se
hará sentir la presencia en el nuevo cargo bastante antes de llegar allí. Hay
varios enfoques para enfrentar esos primeros 90 días, es importante aclarar,
que aun cuando el análisis aplica a cualquier cargo, tiene mucho mayor peso
cuando ese cargo es de liderazgo:
- · Observar y aprender: Algunas de las personas recién nombradas adoptan la estrategia de “observer y aprender”, evaluando el ambiente, hablando mucho con clientes, proveedores y empleados y esperando para actuar semanas o meses más tarde.
- · Cambios rápidos: Otros llegan y consideran cada hora hábil en su nueva posición como la última oportunidad, buscando realizar el máximo cambio dentro de la menor escala de tiempo. Cada organización y situación es única, así que no existe una respuesta correcta o equivocada. El enfoque de esperar y ver puede funcionar para algunos negocios, mientras que la estrategia de acción inmediata puede ser la apropiada para otras.
- · Ruta mixta: En la práctica, hay quienes prefieren adoptar elementos de ambas rutas. Si se trata de un cargo de supervisión:
o El nuevo líder se
debe asegurar que se sepa la razón por la cual está allí, cuál es su agenda
para el negocio y los temas que deben ser resueltos. Aun cuando no se
tenga las repuestas el día 1, la gente por lo menos conoce las prioridades que
deben ser resueltas, para cuando y lo que se espera hacer al respecto.
Eso significa que para el líder se requiere mayor profundidad en el
entendimiento de los temas claves y donde estará dedicando su tiempo.
o Esos mensajes se
transmiten desde el principio y consistentemente, tratando de hacer el máximo
esfuerzo cara-a-cara, de manera que se pueda comenzar de la mejor forma el
diálogo que llevará a los cambios necesarios. Por definición los líderes
tienen seguidores y esta es la oportunidad de construir el equipo de seguidores
que se requiere.
Ayuda mucho hacer las preguntas correctas
sobre la cultura de la empresa en la entrevista y en los primeros días del
trabajo de manera que eso facilite la adaptación. Se puede hacer la
transición más temprano asegurando que se conoce la agenda personal desde el
comienzo y se puede adelantar pensando en los cambios que se requieren mucho
antes de llegar.
Una luna de miel que cuente
Por encima de todo hay que reconocer que los
primeros 90 días son la luna de miel. Durante este período es cuando:
·
La persona tendrá la mayor latitud para cualquier acción
que tome.
·
La organización estará más abierta a cualquier cambio y
posiblemente esperando que eso ocurra.
·
Ya que se trabaja con personas, estas quieren y necesitan
saber cuáles son las expectativas. Están esperando algo que ponga el
sello de la nueva persona en el negocio y están observando e interpretando cada
movimiento.
A los otros miembros de la organización hay
que facilitarles la vida diciéndoles lo que se piensa hacer y que
ocurrirá mientras se comienzan a producir los cambios. Si se dilata
demasiado, la gente pierde el interés y se puede desperdiciar la oportunidad de
experimentar con un cambio potencialmente radical y beneficioso. No
significa que simplemente se entra a la carga forzando cambio sin análisis y
consulta. A menos que el negocio esté en el límite y se conozcan los
temas íntimamente, esto último puede ser contra-producente y hasta destructivo.
Comenzar
bien y cómo producir una gran primera impresión
Se ha dicho que no
es como uno comienza, sino como se termina. Pero, en lo que respecta a
los primeros 90 días en el trabajo, si no se comienza bien es posible que el
final llegue muy poco después del comienzo. Toda travesía tiene
inevitablemente errores y fallas, pero son particularmente peligrosos los de
los primeros 90 días:
- · Un comienzo fuerte demuestra el alto grado de compromiso con el trabajo y prueba que la persona encaja con la cultura corporativa.
- · Una vez que se selecciona a la persona, es el momento para demostrar los talentos y probar el valor.
- · Más allá de las calificaciones y méritos de la persona, una buena actitud y una disposición positiva tiene mucho peso.
- · Las preguntas que otros generalmente hacen son: Es un jugador de equipo? Puede enfrentar cualquier situación y reaccionar correctamente? Tiene recursos? Es alguien que apoya a otros y colabora?
Curva del aprendizaje
La curva de aprendizaje existe y varía de
persona a persona. El tiempo que toma superar la curva de aprendizaje no es tán
importante como la manera que se llegó al dominio y lo que se ha aprendido en
el camino. Tomar iniciativa y responsabilidad por el trabajo es la mejor
manera de asumir el nuevo título y conjunto de responsabilidades
correspondientes.
Algunos
errores que se deben evitar
Un empleado ejemplar es el que enfrenta
cualquier tarea con una sonrisa y trabaja con confianza, no arrogancia.
Trabajar más fuerte de lo necesario siempre aplica y si se hace con pasión el
éxito llegará. Estos son algunos errores que habrá que
evitar si se desea lograr éxito a largo plazo:
- · No llegar tarde ni irse temprano: Con esto se está enviando el mensaje que el trabajo es la prioridad.
- · No hacer lucir mal a otro: Tratar de hacer resaltar la falla de un colega, aparte de generar antipatía, aislará a la persona de la interacción crítica y de otras oportunidades.
- · No disparar sin analizar y averiguar: Es bueno ser impaciente, pero no imprudente. Errores tempraneros producidos por reacciones prematuras o emocionales pueden desviar el progreso de la persona.
- · No ser “yoista”: En ningún trabajo, sector o industria se puede ganar jugando solo. El éxito en un mundo competitivo requiere un proceso totalmente colaborativo. Esto es especialmente importante en los primeros 90 días, ya que la clave está en tratar de conectar on el nuevo grupo. Aun cuando parezca irónico es la mejor manera de destacar.
- · No asumir nada: Las ideas preconcebidas son las más peligrosas. Antes de los primeros 90 días se recomienda investigar la cultura de la organización, los problemas y las oportunidades asociadas a los productos y servicios, los procesos internos, la posición que se desempeñará y como esta encaja dentro de toda la ecuación. Asumiendo una actitud de curiosidad en lugar de crítica se cruza el lindero y se comienza la nueva aventura. Esta actitud permitirá hacer sobresalir las aptitudes de la persona.
- · No simular: Se arriesga daño tanto de reputación como financiero si se trata de simular conocimiento o experiencia que no se tiene. La transparencia y la autenticidad, especialmente las referidas a la limitaciones personales, generan respeto crítico que servirá mucho más allá de los primeros 90 días.
- · No sobre-prometer: Pequeños éxitos acumulados durante los primeros 90 días tendrán mucho más impacto que tratar de generar una impresión rápida asumiendo oportunidades de alto riesgo con bajas posibilidades de éxito.
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