Es común que en todo el mundo
los más jóvenes sientan fuerte atracción por la tecnología, y especialmente por
los dispositivos móviles. El hecho de estar conectados les puede permitir
comunicarse con quien quieran y les otorga mucha libertad, y aunque esto en
ocasiones conlleve ciertos riesgos, es tarea de los adultos influyentes que
están a su alrededor en guiarlos y proveerles algunas herramientas para que no
sean víctimas de pedófilos, acoso online, estafas, etc.
Sin embargo, en Corea del Sur
se ha vuelto a desatar la polémica ya que el Parlamento de ese país plantea
legislar sobre la obligatoriedad del uso de una App denominada “Sheriff Inteligente”,
que básicamente busca controlar las actividades de niños y jóvenes en las redes.
De esta manera, se podría saber los hábitos exactos del usuario, tal cual lo
hacen otras aplicaciones, con la diferencia que quien está al tanto de la información
es el Estado, además de los padres de los jóvenes, no como en aplicaciones
independientes, que son descargadas e instaladas voluntariamente y, de esa
misma manera se permite el acceso a la información.
Sheriff Inteligente permite
saber a los padres dónde están sus hijos, cuáles son las aplicaciones que
descargan , las que usan, las conversaciones que sostienen, etc. sin que el
niño o joven lo sepa. Además Sheriff Inteligente emite una alerta a los padres
cuando en las conversaciones aparecen palabras clave como suicido, acoso
,embarazo, sexo, etc.
Tal y como se relata en el
trabajo de la BBC sobre el tema “Si bien es cierto que a muchos padres les puede
parecer justa la idea de controlar toda actividad que ejecuten sus hijos, a
otros padres no les parece adecuado ya que se viola el derecho a la privacidad
de sus hijos”. Algunos estudiantes manifiestan que “los estudiantes deben tener
la libertad personal de explorar lo que está bien y lo que está mal y aprender
de esa experiencia”.
Los jóvenes que están por
alcanzar la mayoría de edad, profesionales e intelectuales incluso esgrimen un
argumento mucho más fuerte es que éste ya sería un precedente que refleja los
excesos de una estado paternalista y “Gran Hermano”. Los más jóvenes también
piensan que es posible que este sea apenas un ensayo para que la gente se
acostumbre a ser controlado y más adelante, como ya la población está
acostumbrada a los controles, se proceda a controlar la vida on-line de todos
los habitantes. Otros menos radicales insisten en que el problema está en la
obligatoriedad, que voluntariamente quien desee tener esa información la tenga
y que le facilite sus datos al estado.
Las preguntas que se hacen
los expertos es si esos controles tienen un trasfondo, si de verdad tienen que
ver con vigilancia y privacidad o quién estará facultado para fijar los límites
de a tecnología y su control. Saque usted sus propias conclusiones.
Redactado con información de www.BBC.com y de www.elnuevoherald.com
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