martes, 28 de febrero de 2017

¿La puntualidad es un vicio o una virtud?

Algunos menosprecian la puntualidad o piensan que es una exageración o un vicio, pero para otros es una virtud y es en alto grado la base de su comportamiento en la vida. Realmente, hay una razón por la cual se establecen los tiempos y los plazos de entrega: estos permiten la coordinación de esfuerzos, minimizan tiempo y  desperdicios y ayudan a establecer expectativas. Para que esto se cumpla, tiene que haber puntualidad de todos y cada uno de los participantes en las actividades conjuntas.
Puntualidad en diferentes culturas
Existen dos modos principales para interactuar con el tiempo:
  • En el mundo desarrollado, el tiempo es un recurso que debe ser administrado con cuidado. Se le llama “tiempo monocrónico” y se trata de algo que debe ser ahorrado y usado, de una forma que no se agote. Las sociedades industriales están naturalmente focalizadas en organizar la gente alrededor de la eficiencia y la maquinaria bien aceitada de la vida industrial se averiaría si la gente se presentara cuando cada uno de ellos quisiera.
  • En otras partes del mundo, incluyendo las culturas latinas y mediterráneas se trata de “tiempo policrónico”. Esto significa participar en múltiples actividades simultáneamente, cada uno manteniendo una vinculación con las vidas de otros. Tiempo policrónico es fluido, allí multi-tasking es un hecho mormal y las relaciones personales son más importantes que las transacciones. Tiempo policrónico le da prioridad al contexto sobre el proceso y dificulta el corte abrupto de conversaciones cuando el reloj marca la hora acordada.
La tendencia en puntualidad
Estamos viviendo una transformación notable de la puntualidad. Los medios sociales y los teléfonos móviles están creando una marejada hacia los comportamientos policrónicos. Los teléfonos siempre están activos, interrumpiendo con notificaciones sobre lo que otros están haciendo y diciendo. Esto nos obliga a adoptar más multi-tasking y más fluidez o inestabilidad en nuestras actividades diarias. Podemos involucrarnos en detalles de las vidas de otros, lo cual es una distracción de nuestras tareas programadas, pero también provee la capacidad de ajustarnos a esa distraccion.
¿Por qué es importante ser puntual?
Una vez formado, el hábito de la puntualidad se extiende en todas las direcciones – a encuentros con amigos, las llegadas y salidas del trabajo, el cumplimiento de promesas y finalmente afectando cada relación y acto, por trivial que parezca. Es un ejercicio de poder sobre otros y allí encontramos que:
Ser puntual:
Demuestra humildad y respeto por otros.
Desarrolla y revela disciplina – la persona con su puntualidad demuestra que puede organizar su tiempo, que presta atención a detalles y que puede apartar una cosa para hacer otra.
Fortalece y revela integridad y muestra que la persona es fiable.
Aumenta la auto-confianza – presentarse a la hora enseña que se puede depender de uno mismo. El progresivo cumplimiento de las promesas aumenta la auto-confianza.

  • Llegar tarde:

  • Es un acto egoísta, al colocar las necesidades personales sobre las de otro y también es una forma de robar.
  • Demuestra menosprecio y falta de consideración y que la persona piensa que es el centro del universo.
  • Produce tensión en las relaciones, el llegar tarde a un compromiso hace sentir subvalorado al otro.
  • Causa estragos en la vida personal, ya que afecta diferentes áreas de esta y además termina con oportunidades perdidas.
¿Por qué no llegan puntualmente?
No perciben correctamente el paso del tiempo.
Subestiman el tiempo que toma hacer las diferentes actividades.
Asumen “pensamiento mágico” o son optimistas perennes.
Demoran en todos los aspectos de su vida.
Se distraen con facilidad.

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