lunes, 6 de junio de 2016

¿Las decisiones difíciles se pueden postergar?

¿Una persona debe tomar la decisión correcta con rapidez? La sabiduría convencional ha equiparado un buen líder con uno decisivo, qué tenga claridad y que rápidamente escoja la opción correcta. Ese es el tipo de persona que supuestamente está a cargo de la dirección en una empresa, de un departamento gubernamental o de un equipo deportivo. Muchos se preguntan si sería preferible contar con una persona que analice  y que aplace una decisión para el momento más oportuno.

En la práctica, además un porcentaje importante de las personas odian tener que decidir. El temor de escoger la opción errónea puede llevar a la persona a un limbo donde nada se resuelve y además afecta el proceso mental del decisor. Esas personas pueden convertir lo que pudo haber sido decisión simple en una imposible, solamente a causa del temor. Los psicólogos que han estudiado el tema de las decisiones tiene visiones divergentes y trataremos de cubrir ese abanico.

Tipos de decisiones

Existen situaciones en las cuales es vital una decisión rápida y en otras dónde es conveniente aplazar una decisión. Esto dependerá del tipo de situación, del tamaño de la empresa, del momento:
  • Algunas decisiones dependen de una rápida respuesta y acción, lo cual es particularmente cierto en una empresa pequeña donde hay pocos niveles decisorios.
  • Para decisiones de más largo plazo, como la expansión del negocio o del desarrollo de una infraestructura crítica, se requiere un esfuerzo significativo de investigación y análisis y ello absorbe tiempo del decisor.
  • Los líderes deben aprender a confiar en su instinto, pero deben darse asimismo espacio y tiempo. 

Decisiones complejas

Las empresas más grandes usualmente no pueden tomar decisiones rápidamente, ya que existen múltiples niveles organizaciones y el impacto puede llegar a diferentes lugares.
Postergar una decisión le permite a las personas filtrar diferentes ideas, que aparezcan  elementos nuevos e incluso tecnologías nuevas que pueden afectar la decisión.
Un líder debe reflexionar sobre una tarea, analizándola y estudiándola desde diferentes ángulos y retrasar su ejecución hasta el momento oportuno. Las ideas nuevas deben ser exploradas en forma temprana, pero la ejecución debe ser demorada hasta que se le haya dado acceso a perspectivas no previstas inicialmente.

Decisiones instantáneas
  • Son las que no requieren análisis adicional
  • Se deben tomar cuándo no haya tiempo que perder.
  • También es necesario considerar que otras personas pueden ser afectadas si se pospone innecesariamente un proyecto o una asignación.
  • Algunas personas al posponer una decisión están tratando de despojarse de responsabilidades propias.

Algunas ideas para el proceso decisorio
  • Es imposible aprender la manera de siempre tomar la decisión “correcta”, pero se puede mejorar el proceso de manera que se tome “la mejor decisión posible en el momento apropiado”:
  • Tener claridad sobre lo que realmente se desea.
  • Después de tomada la decisión, no debe haber lugar para la vacilación.
  • Ejecutada la acción definida es importante aprender de los resultados.
  • No tomar decisiones antes del momento requerido, ya que siempre se dispondrá de información adicional.
  • Aceptar que ninguna decisión es fácil y qué no existen respuestas perfectamente “correctas”.
  • Decidir con el corazón o las emociones no necesariamente es malo, pero la decisión debe ser aceptada por la razón.
  • No decidir sobre la base de lo que se está “supuesto” a hacer.
  • Evitar la paralización por la indecisión.
  • Practicar el ser “decidido”. Para los crónicamente indecisos, el músculo de la toma-de-decisiones debe ser desarrollado comenzando con decisiones sobre cosas pequeñas.



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