lunes, 8 de agosto de 2016

Los productos del internet de las cosas necesitan gran diseño

¡Los productos inteligentes conectados está revolucionando el mundo de los productos! Los productos que históricamente tuvieron partes mecánicas y eléctricas, ahora se están convirtiendo en sistemas complejos que combinan en miles de formas hardware, sensores, almacenamiento de data, microprocesadores, software y conectores. Estos nuevos productos  ofrecen oportunidades inimaginables para agregar nuevas funcionalidades, para lograr mayor confiabilidad y utilización del producto y con capacidades que exceden por mucho los límites tradicionales de los productos.

Estos productos inteligentes conectados son parte del Internet-de-las-Cosas (IoT). Lo que hace a dichos productos fundamentalmente diferentes es la naturaleza cambiante de las “cosas”, son sus capacidades expandidas y la data que generan. Estos nuevos y mejores productos están desencadenado otro salto mayor de productividad y además están  causando disrupción en las cadenas de valor, forzando a las empresas a repensar y reorientar prácticamente todos sus procesos internos. Todo esto implica transformaciones mayores en el diseño del producto, el mercadeo, la manufactura, en el servicio post-venta y con la creación adicional de nuevas actividades como analíticos para el producto y seguridad.

Para Internet-de-las-Cosas (IoT) hemos venido operando en IoT 1.0, donde los productos se han desarrollado primordialmente para el mundo empresarial, siendo el comprador un especialista y no el usuario final. Los primeros esfuerzos para desarrollar un mercado para productos que permitan controlar la nevera, la electricidad, etc., en el hogar no han tenido todavía el éxito esperado.   En IoT 2.0 los productos de uso del hogar o personal  se le ofrecen a los usuarios finales, las oportunidades son cuasi infinitas, pero este cliente necesita además de tecnología un diseño atractivo y práctico y ello cambia todo el enfoque  alrededor del producto. 

Qué son productos inteligentes conectados

Los productos inteligentes conectados tienen tres elementos claves:
  • Componentes físicos que incluyen las partes mecánicas y eléctricas.
  • Componentes inteligentes compuestos de sensores, microprocesadores, almacenamiento, controles, software, típicamente un sistema operativo embebido y una interfaz de usuario mejorada.
  • Componentes de conectividad que abarcan puertos, antenas y protocolos habilitando conexiones alámbrica e inalámbricas con el producto. La conectividad permite: (a) intercambiar información entre el producto y el ambiente operativo, su fabricante, sus usuarios y otros productos y sistemas y (b) que algunas de las funciones del producto existan fuera del dispositivo físico ( en la “nube del producto”).


El valor del diseño IoT 2.0 en el hogar

Las proyecciones indican que la casa de una familia típica en los países desarrollados para el año 2.020 contendrá hasta 500 dispositivos conectados y habrá 50 mil millones de “cosas” conectadas en el mundo. Para alcanzar estas proyecciones tan elevadas se necesita una reorientación fundamental de la concepción de los productos, ya que el diseño de los mismos pasa a ser determinante. Al usuario del producto no le importa que tenga Internet-de-las-Cosas, lo que quiere es un producto atractivo que tenga funcionalidades prácticas para el nuevo uso que se le ha encontrado.

El principio fundamental en la era del IoT 2.0 es que IoT no es el producto final. IoT no es un iPhone, una aplicación conectable o un dispositivo vestible y los clientes no compran IoT. Efectivamente estudios sugieren que la mayoría de los cliente no están conscientes de lo que IoT es o hace. Para responder a los requerimientos de IoT 2.0 se necesita una reorientación fundamental en la forma, en la cual los tecnólogos y diseñadores de productos necesitan trabajar juntos para crear dispositivos personales y electrodomésticos conectados. Esta evolución a IoT 2.0 requiere experticia tecnológica y donde especialmente se reconoce el valor del diseño en el producto conectado.


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